Gracias a la
combinación de los diferentes campos biotecnológicos comentados en el artículo
publicado en el boletín anterior, se están produciendo avances muy importantes entre
los que destaca con fuerza la denominada medicina personalizada.
Imaginemos por un
momento, un bebe el día de su nacimiento, mediante una prueba sencilla sobre su
composición genética nos muestra que él bebe va a tener asma en sus primeros
años de vida, es probable que enferme de cáncer y que sufra artritis. Antes de
su salida del hospital, recibe una serie de inyecciones formuladas específicamente
para el que evitarán o reducirán el riesgo a padecer dichas enfermedades.
Actualmente esto no es posible pero según muchos investigadores, este escenario
podría convertirse en una realidad en un futuro no muy lejano. Para su alcance,
es necesaria la biotecnología. La medicina es cada vez más personalizada, gracias a una mayor comprensión del ADN y su papel en la enfermedad. Gracias a los avances en biotecnología como es la farmacogenética, que mide los niveles de ciertas proteínas y genes presentes en el cuerpo de un paciente, se estudia el impacto de la variación genética. Se estudia por ejemplo, cómo impacta la variación genética o epigenética en la respuesta a los medicamentos. Así que no solamente con la biotecnología se estudian herramientas de diagnóstico de enfermedades sino que también se personalizan las terapias en relación a problemas, adaptando cada terapia a las características genéticas de cada paciente. El estudio del genoma humano nos ha dado un nuevo punto de partida para analizar las enfermedades e investigar las nuevas terapias para su cura.
Como comentaba al inicio del artículo, no solamente la biotecnología está suponiendo avances en el capo de la medicina, sino que también está presente en la agricultura y en la industria.
La biotecnología agrícola abarca una gama de modernas técnicas de cultivo. La técnica más conocida es la modificación genética, lo que proporciona a las variedades vegetales características deseables como la resistencia a ciertas plagas. De acuerdo con las Naciones Unidas, los alimentos deben aumentar en un 50% en el año 2030 para satisfacer las demandas de una población en crecimiento. La biotecnología agrícola ha demostrado multiplicar la producción de los cultivos. Además con la biotecnología se va a reducir el uso de combustible al requerir menos labores de labranza, debido a las mejoras del cultivo.
Además, empresas de biotecnología están luchando para desarrollar alternativas de biocombustibles, eficaces y asequibles. Una nueva forma de producir combustible a partir de paja de trigo, maíz y otras sobras de agricultura de cultivos.
LA INVERSIÓN EN
BIOTECNOLOGÍA
La inversión en biotecnología en los últimos años tiene una tendencia al alza. El año pasado, la administración de fármacos de EEUU aprobó 39 nuevos medicamentos, cifra que no se alcanzaba desde 1997. Cabe destacar cifras como que la financiación a través de capital riesgo para las empresas de biotecnología supuso en 2012 la segunda mayor inversión en términos de dólar y ofertas.
Generalmente, las
compañías farmacéuticas se encontraban con un difícil acceso a la financiación
para convertir sus ideas en realidad. Ahora es el momento del cambio, es el
momento para que los inversores den el paso. La biotecnología es el futuro. No hay garantías de que no exista el riesgo en la inversión de proyectos Biotecnológicos pero se trata de un sector innovador, atractivo y con un crecimiento exponencial.
La industria de la biotecnología ha madurado muy bien en su cuarto de siglo de vida. Ha suavizado algunos de sus puntos críticos y ha demostrado su permanencia. Por supuesto, todavía tiene mucho camino por recorrer, pero ese es precisamente el punto en el ciclo de vida de un sector en el que la oportunidad a razón de riesgo es más atractiva para los inversores con experiencia.
